Acabo de leer este pequeño escrito de Mariano Fernández Enguita, catedrático de Sociología en la U.C.M. Como os dije, lleva casi toda su trayectoria laboral centrado en el análisis del sistema educativo en todas sus implicaciones. Siempre he considerado sus opiniones sobre el ejercicio del profesor o del maestro, cuanto menos, controvertidas.
Aquí os dejo esta perla para la reflexión:
http://enguita.info/maestros-japoneses/
Aprovecho para sacar a colación el debate en torno a la introducción de la jornada partida en los centros escolares. Se trata de estimar qué debe ofrecer un maestro o un profesor: cuanto tiempo, qué tareas de ha de asumir… Propongo también la posibilidad de distinguir a estos efectos -si os parece relevante- entre maestro (profesor de primaria) y profesor de secundaria.
Creo que hay ideas muy interesantes en este artículo. Por ejemplo, el hecho de vincular el deporte con la educación de los alumnos en horario no lectivo para poder ayudarles a superar sus dificultades y a motivarles en la escuela.
Por otro lado, es imprescindible en un profesor su vinculación y dedicación con sus alumnos aunque creo que es excesivo el horario de trabajo que tienen ya que tan importante es la vida laboral como la personal.
Referente al debate de la jornada continúa opino que la carga académica se debería realizar en el turno de mañana pudiendo alargar el horario por la tarde con actividades lúdicas y deportivas para complementar la formación, ya que creo que los niño rinden más por la mañana y necesitan también horas de distensión y de educación en otros valores.
No pretendía centrar únicamente el debate en el tema del horario (continuo-partido), aunque sí como uno de los aspectos relacionados con el nivel de entrega que es exigible a un profesor. Creo que casi todo el mundo estará de acuerdo contigo en que el horario continuo es más cómodo para el trabajador pero la demanda del horario partido tiene más que ver con la conveniencia de las familias de los niños. Y lo que pretendía analizar aquí también es este tema: las demandas de las familias, del Estado, etc. respecto de los profesores, su oportunidad desde el punto de vista docente -esto es didáctico y pedagógico- ¿Tienen derecho a pedirnos tanto?, ¿deberíamos dar más?, ¿qué es lo más conveniente para los alumnos?
En el link que pones, habla de dos situaciones completamente diferentes.
Por un lado, aquel profesor que elige quedarse más rato con actividades extraescolares ya que es un barrio difícil y quiere que realmente sus alumnos salgan adelante.
Sin duda, que como educador el profesor ha de preocuparse por el futuro de esos chicos y la sociedad esta en su pleno derecho de exigírselo. Ahora bien, no solo tiene que verse como que hay que echar más horas, por ejemplo, si en el centro no hubiera un plan de información sobre drogas, podría preparar uno para concienciar a los chicos.
En el caso del profesor que tiene 5 días para dar clases a la semana en vez de 6 y por lo tanto «se concentra» el trabajo,
creo que falla un enfoque básico: si tienes 5 días, haz lo que puedes hacer en 5 días, no lo que puedes hacer en 8.
Me ha resultado muy curioso el dato de sus horarios de trabajo, que por lo que tengo entendido no se limita solo a los profesores, sino a cualquier a cualquier profesión y esta relacionado con su forma de vivir el trabajo. Por ejemplo, he oido alguna vez que en Japón lo común es que cuando alguién entra a trabajar en una empresa suele estar toda la vida dedicado a esa única empresa, ni se plantean cambiar a otra.
Pero centrándonos sobre el debate que quieres plantear sobre el horario partido, personalmente no apoyo la idea. No solo en educación, sino en cualquier tipo de trabajo prefiero a priori un horario continuo, que normalmente te permite organizarte mejor.
Incluso que una tarde salgas antes, para por ejemplo ir a comer a tu casa, puede hacer la semana mucho más llevadera.