¿Hasta que punto han de estar los chavales “conectados”? ¿qué riesgos creéis que pueden darse? ¿Es posible hacer un trato?
Como educadores deberíamos canalizar o guiar en el uso responsable ¿creéis que es posible? ¿cómo habría de ser la comunicación con las familias?
Me parecen bien este tipo de anuncios para dar a conocer una situación que muchas veces pasa desapercibida, al menos en mi caso hasta que hablé con una persona que había jugado mucho a un juego online, a WoW (World of Warcraft) y me comentó que había gente que iba al psicólogo porque era adicta a ese juego.
Ya que las nuevas tecnologías están a la orden del día, los padres deben educar a sus hijos desde pequeños a hacer un uso inteligente de éstas. Está claro que siempre hay riesgo a la «adicción» de su uso pero si dentro y fuera del colegio se instruye correctamente, los alumnos podrán sacar gran provecho.
Siempre desde la familia hay que hacer un uso de la tecnología como herramienta.
Es una cuestión de prioridades, y la familia siempre es la que marca la ruta. Es fundamental que los padres lo tengan claro, para que los hijos tomen decisiones sabias. Basicamente que no pierdan el tiempo tontamente.
Entiendo que el reto lo tenemos los educadores. En éste sentido, el mañana ya es hoy. Pienso que el debate no debe ser tanto como controlar las tecnologías, sino como debemos emplearlas para fomentar el aprendizaje. En las tutorías se podrían tratar desde un punto de vista práctico éstos temas. Además la policía realiza una buena labor en los colegios en éste sentido. No obstante la primera y última palabra la tienen los padres. Bajo mi punto de vista, el acceso a internet debe tener una limitación de horario, así como de ubicación( ordenador en el salón).
Es cierto que el mundo que nos rodea está inmerso en las nuevas tecnologías, hoy en día es difícil entender nuestro trabajo y nuestra vida sin ellas. A pesar de esto es fundamental intentar que no nos controlen, ni a nosotros como adultos ni por supuesto tampoco a los niños y adolescentes que cada vez están más rodeados de ellas. Al igual que mis compañer@s opino que enseñarles a poner unos límites es no solo importante sino también necesario, y para ello la labor conjunta de padres y docentes resulta clave. Hay que hacerles ver sus aspectos positivos y negativos, trabajar con ellos codo con codo y estar receptivos a todo aquello que a su vez nos pueden enseñar. Por otro lado, debemos mostrarles cómo manejarse sin ellas si fuera necesario, valorándolas así en su justa medida, y haciéndoles ver el lado positivo de estar “desconectados”.
Considero que las nuevas tecnologías son muy útiles en muchos momentos, pero nos las considero esenciales en nuestras vidas, puesto que no sabemos darles un uso correcto, sobre todo los jóvenes, puesto que sin ellas no pueden vivir y necesitan estar las 24 horas del día pendiente de ellas.
Los educadores, padres, etc. debemos mostrarles la manera adecuada de usarlas, y enseñarles que se pueden hacer muchas cosas con ellas sin estar 7 horas pegados a una pantalla.
Es necesario que los adultos se hagan responsables del uso de las nuevas tecnologías, pero esto no haría falta si desde un primer momento se enseñase a usarlas correctamente.
El estar constantemente frente a la pantalla del ordenador puede sepáranos del mundo real, muchas veces únicamente entras a mirar una cosa y te das cuenta que llevas más de una hora delante de la pantalla del ordenador, este uso se debe moderar. Las responsabilidad es tanto de los padres como de los hijos, si desde un primer momento se les inculca su correcto uso estos problemas pueden disminuir, y lo peor que pueden hacer los padres es despreocuparse y hacer que no está pasando nada. También me viene la idea, que muchas veces estas personas que viven conectadas las 24 horas del día se puede deber a que en el mundo “real” no encuentran los suficiente para sentirse realizados, es decir la busca de amistades, información…
Creo que el trato puede y debe darse. Es cierto que es un problema de la actualidad el hecho de que los niños y adolescentes pasen demasiadas horas en las redes sociales; y que muchos padres no saben cómo lidiar con ello. Como educadores debemos guiar a nuestros alumnos en el uso de las nuevas tecnologías, explicarles cómo deben usarse y cuáles son los aspectos positivos y negativos debido a su mal uso. Algunos padres intentan solucionarlo estableciendo unos horarios, otros lo prohíben entre semana, etc. En mi opinión, lo ideal es que nuestros alumnos utilicen las nuevas tecnologías a la vez que aprenden. De manera que puedan usarlas siempre que quieran, pero siempre con fines educativos además de lúdicos. Crear plataformas virtuales es una buena forma de mantener a los alumnos conectados entre sí, además del profesor y el contenido de la asignatura que impartamos. Lo que está claro que no podemos hacer, es negar algo que es una realidad: la tecnología está presente en todo momento en sus vidas.
Fe de erratas: Perdón: he escrito mal algo antes. Quería decir que los adolescentes alternan sus adhesiones identitarias (no «alteran»): es decir, a veces es el grupo de pares, otras veces «se pasan» a la familia, otras veces ni unos ni otros…
El vídeo parte de la premisa de que el «mundo digital» puede efectivamente «matar» a una persona en el mundo real. Yo creo que es más fácil que ocurra lo contrario, es decir, que sean las personas con más dificultades para establecer relaciones personales satisfactorias las que recurran en exceso al mundo virtual. Ese asunto sería uno de los que yo valoraría en primer lugar.
Otro aspecto tiene que ver con el potencial adictivo de las redes de comunicación virtual: creo que todos lo hemos experimentado y hemos echado el freno de manera consciente. El problema es que un niño no es capaz de establecer por sí solo estos límites, de «echar el freno» de manera consciente: ahí es donde entra la familia. El vídeo habla de «educadores»: bueno, en el colegio el acceso al PC está controlado, de manera que el abuso, si se da, tiene lugar en casa. Son los padres, pues, quienes habrán de regular ese tema… ¿Cómo? pues controlando sobre todo el acceso a páginas no deseables. Y luego depende de la edad: hay que soltar rienda cuando el chaval va siendo más mayorcito… Y no dramatizar: al adolescente es un «ente» que se busca y se encierra y aísla y se zigzaguea en adhesiones identitarias que alteran… En fin, que todos nos hemos encerrado en la habitación horas y horas a esa edad: con música a todo volumen o como fuera. Desdramatizar si las demás esferas de la vida no se ven afectadas y el chico sale con amigos, se relaciona con los padres razonablemente bien, tiene hobbies…
JEJEJE… «¿hacemos un trato?» Pienso en lo que hubieran dicho mis padres: «esto es lo que hay: si no te gusta, ahí tienes la puerta». Opino que es bueno que haya «tratos» y también convengo en la dificultad de controlar este tema pero creo que debe hacerse.
Pienso que un uso excesivo de redes sociales/internet nunca va a ser favorable para nadie y menos para los jóvenes porque van a sustituir el trato cara a cara con los demás…¿Cuantas veces nosotros mismos no estamos tomando algo con amigos y todos estamos pendientes del movil/whatsapp etc…? Los padres en estos casos deben moderar su uso, controlarles en cierta medida para que no suponga una dependencia.
Vivimos en un mundo interconectado, así que el hecho de los chavales lo estén es algo natural. ¡Qué no habría dado yo por tener a mis amigos conectados por wassap o tuenti, en vez de esperar a vernos en el parque para decidir el plan del fin de semana! Pero toda esta tecnología tiene que ser un medio para fomentar relaciones personales verdaderas. Creo que se nos está yendo un poco de las manos, ya que los chavales saben en muchos casos más que nosotros de esta tecnología. Com ya alguien dijo, no les podemos controlar el acceso sino educarles en el uso correcto.
En cuanto a guiar a los padres, es bastante espinoso, especialmente cuando muchos de ellos están pendientes a todas horas de sus dispositivos móviles y habría que preguntarse quién sirve a quién. Si los adultos vamos a actuar como modelo para los niños, primero debemos analizar nuestro comportamiento.
Creo que es normal que ellos se sientan atraídos por el mundo digital, ¿quién no?,¿a nadie le ha ocurrido encender el ordenador para ver un momento el correo o algo muy concreto y cuando te das cuenta ha pasado más de una hora? Creo que una gran responsabilidad de los adultos que tratan con ellos, principalmente los padres, es controlar los primeros usos y educarles para usar este mundo de un modo responsable , que no se convierta en su único mundo.
Hoy en una clase de segundo de ESO los alumnos han estado comentando cuestiones relativas a sus relaciones en Tuenti a raíz de un conflicto en el aula, y me ha parecido que la conclusión de algunos es que, en cierta medida, Tuenti les sirve para relacionarse de una forma parecida a la de su entorno no virtual (no me gusta usar la palabra «real» porque los dos ámbitos son reales) pero con matices. Me ha hecho pensar en algo que comentó Gemma en una de las clases, sobre que a veces las nuevas tecnologías no se usan apropiadamente para comunicarse y que sustituyen la interacción cara a cara en contextos en que ésta es adecuada; me he parado a pensar y, en mi caso, a veces valoro más el espacio y el tiempo de reflexión que un correo permiten a mi interlocutor, que el feedback que me proporcionaría el teléfono o una conversación en persona. Supongo que el significado de los actos de comunicación por medios virtuales, su código, aún se está definiendo. Tal vez deberíamos plantearnos de qué manera los usamos nosotros, qué dudas nos suscitan, qué malentendidos, pero también qué ventajas, para guiar a nuestros alumnos en el uso de estos recursos. ¿Alguien sabe si hay algún trabajo interesante de leer y asequible a los que no somos de psicología o a los que no son de filología sobre códigos comunicativos en redes sociales o medios virtuales? Deberíamos abrir un tema sobre recursos para ir aportando lo que cada uno sabe, ¿qué os parece?
Considero fundamental que exista una comunicación directa entre los los padres y los hijos. El control de lo que hacen en las redes sociales es un tema bastante complejo porque siempre pueden estar influenciados por sus propias amistades. Sin embargo, pienso que hay veces en los que los problemas que pueden presentar los adolescentes se puede deber a que intenten buscar en sus amig@s las carencias afectivas que pueden presentar en sus propias casas.
Que estén conectados no sólo es inevitable, es necesario. En un mundo globalizado, en el que la información circula casi libremente y en el que las relaciones de todo tipo (laborales, sociales, comerciales) se establecen sin más fronteras que las comunicativas -que tienen más que ver con aspectos culturales que idiomáticos-, probablemente la clave esté en educar a l@s niñ@s en esos espacios, antes de entrar en ellos y durante su descubrimiento.
Hace apenas dos generaciones no había casi teléfonos en España y su uso progresivo no ha empobrecido nuestras relaciones interpersonales, sino que nos ha permitido articularlas de otra manera; Internet no es sino otra herramienta que hay que enseñar a usar, no sólo desde el punto de vista técnico, sino desde un comportamiento ético adecuado.
Lo mismo que ocurre con todo lo demás: actividades deportivas o culturales, lo que ven en la tele, cómo juegan en el parque… Me parece que parte del problema en este caso es que, mientras que los adultos se manejan bien (en fin, más o menos, según los casos) en los otros espacios, con frecuencia no conocen suficientemente la Red y no saben cómo acompañar a sus hijos en este viaje, de forma que se inhiben o lo prohiben; mala solución en ambos casos.
Cierto que es un tema difícil. Y que tendríamos que averiguar la causa para encontrar una solución. ¿Por qué se sienten tan atraídos? ¿Qué les dan las redes que no encuentran en el mundo físico? ¿Qué es lo que están buscando en ellas y lo que necesitan en realidad? Supongo que hay estudios sociológicos sobre ello. Propongo una búsqueda entre todos.
Por cierto, en GSD Escorial anuncian un encuentro sobre el tema.
Positivo y necesario que estén conectados ya que esta situación es normal y real en la sociedad actual pero … los excesos siempre son negativos. ¿Cómo nos ayudó nuestra familia a controlar nuestros propios excesos? Focalizando… Creo.
Actualmente es muy dificil por no decir imposible el controlar con quien chatea un niño, o a que paginas se mete, mas que nada porque ya saben como no dejar huella de donde han estado navegando. Pero si es posible hacerles ver que cosas son adecuadas para su edad y que no, es decir negociar. Pero ¿a que nos referimos con negociar? Para mi negociar no es si tu apruebas este examen te dejo hacerte Facebook, o Tuenti, eso es posiblemente atentar contra su desarrollo, y su madurez. Para mi el negociar es el reforzar positivamente bajo una base previa de unas normas de acceso. Aqui es donde entraria de nuevo la relacion padres-colegio. Padres como los que marcan las normas de hasta donde he de dejar a su propio hijo de libertad en la red y colegio como fuente de ayuda y apoyo.
Este tema es un tema complicado y de actualidad, pues cada vez hay mas niños que a base de malas negociaciones con 10 o 12 años ya estan en las redes sociales y tienen acceso a un mundo no apto para su momento madurativo y quien sabe si es uno de los factores influyentes en el fracaso escolar. ¿Que pensais?