La jornada intensiva

Os propongo un tema de debate que surgió en una sesión teórica en GSD El Escorial: la jornada completa o intensiva. Por un lado están los intereses del Centro escolar, que, en ocasiones, desearía concentrar las horas lectivas para aprovechar mejor el tiempo que los alumnos pasan en el colegio o instituto; por otro, los de los padres, que necesitan conjugar sus horarios laborales con el lapso de ocupación de sus hijos.

Se me ocurre, como solución peregrina, ofrecer algun espacio del centro para que los alumnos hagan sus tareas y se ocupen en talleres, por ejemplo, hasta la hora de recogida. ¿Qué pensáis vosotros? ¿Qué problemas creeis que surgirían? ¿Y cómo solucionarlos?

Cómo mantenerlos atentos.

Estamos aprendiendo habilidades comunicativas. En El Escorial, con Quique. Ayer descubrí una más en un aula de Bachillerato. En clase de Lengua, durante un ejercicio de sintaxis, la profesora tuvo que salir un momento, y aproveché para preguntar a un par de alumnos desatentos en qué asignaturas estaban más concentrados. La respuesta sorprendente fue: «En Latín, porque traducimos todos los días y es muy difícil».

Con frecuencia creemos que, para «llegar a ellos», tenenos que se dinámicos, entretenidos, usar complicadas técnicas de motivación… Quizá lo que más los motiva es ponerles un reto, ampliar la información, subir los listones de su aprendizaje.

Os lo dejo como otro posible debate. ¿Alguien lo ha intentado? ¿Qué resultados le ha dado?

 

¿De verdad hace falta reinventar la rueda?

La educación funciona en Finlandia. Han apostado por la confianza. Profesores muy bien formados, pocas horas de clase pero en sesiones más largas, muy pocos exámenes, enseñanza colaborativa. Y sobre todo, aprender a pensar.

Sé que es un documental muy largo, nada menos que una hora; pero vale la pena verlo. Si allí funciona, ¿por qué no intentarlo aquí?

El sistema educativo en Finlandia